la boca del lobo con dientes de delfin y cuerpo de reptil
ronronea sin musa y sin perfil
a las estrellas que dia a dia
suministran una ilusion sin concebir
oh oh Gloria invisible en los cielos y en las tierras
adentrarse a de ser de uno a las entrañas
de la madre tierra
introduciendo me en el utero de luz y sombra
comprendiendo los matices del universo
vivo en la biomecanica de la naturaleza
la vida
la luz tenue entre la noche y el dia
haciendo de lo invisible visible
y del tiempo un suspiro
del surpiro sin voz
un canto helenico eterno existencial
QUETZALCOATL hablo
entre muertos he despertado
y entre los muertos vivo
ya no hay exilio sin tierra llana
ni lagrimas de agua clara
que sucumban el llanto de una flor
en cantos sin nacion mas alla de la explanada
se adorna con el vuelo del aguila
sin hambre sin olvido al ras del suelo
la serpiente descarnada
mi lealtad
espiritu flotante de liberacion
olvidaste tu ancla en mi corazon
y desde entonces no habido marea
que mueva esa rafaga del cielo que embrujo mi corazon
donde no existe el consuelo solo su aliento
difuminado en mis dias de liberacion
yace tu llanto yace tu risa yace tu locura
indomable inentendible de mentes sin cuerpo
con miedo yo te venero
compañero de fe reconociente de su ego
mostraste lo que habia debajo de tu cama
y es ahi donde yace mi lealtad a lo
intangible eterico
bello y eterno
soy el llanto
lloro de mis seres queridos
como si acaso estuvieran muertos
sera que yo he desaparecer elemental mente
y sienta la ausencia de la belleza sin aliento
oh amado mio te echo de menos
en lo relativo que es mas
me acuerdo de tu cuerpo lo veo y hasta siento tu miembro
siempre quise follarme a un muerto
y ser tan visceral como hoy en dias
el humano es mas irracional que cualquier animal rastrero
y ser tan debil de mis sentimientos de llorar y salir huyendo
y es que te echo de menos
y que es lo que echo de menos
este es un instante sin vacio y tu un leitmotiv en el olvido
ahora respiro
y no recuerdo al hombre
sino al fruto de la esencia inaudita del utero virginal
con nombre sin ser reconocido como tal
fuiste absorbido por los versos de un don Juan
hasta el ultimo peldaño del desvan
en la oscuridad la existencia de doña Juana
existio en el regocijo de tu falda