Ahora voy a sentarme y me quitan la silla –me fracturo
dos huesos
Tiendo el mantel sobre la yerba: llega el señor del latifundio
con su jauría –pronóstico reservado
Me acomodo en un templo: me arrojan a la testa el
tabernáculo –gravísimo
Me pierdo entre una muchedumbre de humanoides: agonizo
en el delirio del estrujamiento –extremaunción
Presiento la voluptuosidad del precipicio. Vacilo. Otros me
empujan –colorín colorado
Una mujer oscura me trae flores –pero no abro los ojos
(Una vasta elegía. Madrid, 1976)